No cambiaría nada por ese infinito sentimiento, y con certeza lo afirmo. Esa manera de levantarse y decidir el qué quiero hacer, cómo, cuándo y sobretodo con quién. Esa capacidad de cambiarlo todo en un instante, o quizás optar por la monotonía de la rutina. Pero es ese "o" lo que lo hace todo interesante. Es aquello que algunos llaman destino, otros casualidad y otros estan demasiado ocupados con cosas realmente insignificantes que ni siquiera se percatan de ello. Sin ello no habría amor, lagrimas, ni amistad; pero hay quienes piensan que pueden vivir en su ausencia. Quizás confuso pero irremediablemente humano: somos libres, y no es una carga sino una virtud que marca nuestro camino, nuestro destino, la casualidad... Que hace de cada día una oportunidad para mejorar "o" no, para crear una historia en cuyo argumento somos los protagonistas y para hacer posible todo aquello que en ocasiones creemos imposible.
